Los días que iluminan nuestra vida

El post de hoy es diferente, no lo escribimos nosotras, son las palabras de una gran amiga que cuenta en primera persona su experiencia a la hora de organizar su boda con nuestra ayuda. Desde que le contamos nuestra intención de escribir un blog, ella, novelista extraordinaria, nos transmitió su ilusión por publicar algo en él, hablando de su gran día. Nosotras no podemos parar de leerlo y releerlo, por eso os invitamos a disfrutar de este precioso texto:

«Siempre quise casarme con él, con él visitar mil castillos. Que la manta que nos cubriese en invierno fuese más estrecha que la cama. Y nos propusimos que, por un día, todo el mundo pudiera sentir ese amor tan intenso, tan distinto, como nosotros.

En una Ermita tan pequeña mejor un solo de violín, subido al atrio. Minueto de Bocherini.

Cada año, el 20 de agosto, recordamos nuestra boda. Volvemos a ver el video y las fotos, me pruebo el vestido y rehago el peinado. Es una tradición que nos enorgullece conservar. Es curioso cómo cada uno conserva unos recuerdos y todos son bonitos. Y siempre, en cada detalle maravilloso que repasamos de aquel día, año tras año, mencionamos a Sonia. Ella se encargó de todo. Aún no había creado la empresa Olivia & Compañía, en realidad se dedicaba profesionalmente a la producción cinematográfica, pero de algún modo era ya una wedding planner. Y acaso lo haya sido siempre.

Zarzamoras que asoman entre los arreglos florales, porque es una boda en el campo, un noviazgo en el campo. Las primeras veces que paseamos de la mano, vimos zarzamoras. Él me alcanza las más rojizas. Siempre me ha gustado la fruta agria.

Para conseguir una boda perfecta, necesitas encauzar la ilusión que cabalga como loca. En lugar de wedding planner, en lugar de organizadora de eventos, debería llamarse hada madrina. En un día que pasa veloz, como siempre ocurre con los momentos felices, ¿cómo podíamos encontrar momentos mágicos los dos a solas y a la vez tiempo para estar con todos? El hada madrina tiene las respuestas.

Libretos para que los invitados sigan la ceremonia en todo momento. Promesas sacadas del antiguo testamento: “Donde tú vayas, iré yo. Donde tú vivas, viviré yo. Seré un pozo en tu desierto”

Ramo de novia. Rosas naranjas

¿Qué convierte una boda en diferente? Sin los detalles, las sorpresas, las ideas que otros no han tenido antes, no sería más que una misa y una comida. O una cena. Nosotros queríamos que el día fuera el desenlace de nuestro noviazgo, que estuviese ligado a los momentos que nos habían llevado hasta allí. Así que todo estuvo plagado de símbolos, de detalles que significaban algo más que su apariencia.

El cura menciona a nuestros grupos favoritos en la ceremonia. Sus canciones nos acompañan todo el día. Son la banda sonora de nuestros recuerdos.

Esas ideas salen de la varita que agita el hada madrina. Porque por más que hubiera dedicado mi tiempo, días y noches de insomnio, sin Sonia habría cosas que no se me habrían ocurrido, o las hubiera descubierto demasiado tarde. ¿Hubiera llegado a ser princesa Cenicienta sin su hada madrina? Sólo tienes una oportunidad; por eso lo llaman magia.

Para el cóctel en el campo: la encina de la tortilla, la encina de la empanada. Otra encina para el jamón. La encina de la cerveza y la de los refrescos.

Y como niñas, coloreábamos en el cuaderno de ideas. ¡Qué divertido! Para decidir la decoración floral usamos un plano de la iglesia y pintamos con rotuladores las flores a escala. Azules y naranjas. Búgula y acicates. Naranjas y azules. Gerberas. Así supimos que no debíamos usar centros florales. El modo de lograr armonía en el altar de la Ermita era una guirnalda en voladizo.

Con tantos detalles que ultimar, sin mi hada madrina no hubiera podido emplear todas aquellas tardes en la búsqueda de los pendientes perfectos; esos con un destello azul. Perfecto significa calma, significa sin prisas.

Novios. Salida de la iglesia

Hay en la vida unos días, pocos, que iluminan el resto. Vivimos envueltos en mañanas de trabajo y tardes de paseo que se repiten; lunes, martes, miércoles. Y un puñado de recuerdos nos salva de la monotonía».

Gracias, Noemí, por crear este texto tan maravilloso para nuestro blog. ¡¡Una auténtica delicia tener amigas que disfruten así las cosas y lo expresen con tanta delicadeza!!

Sonia y Bárbara.